miércoles, 21 de octubre de 2009

Las malas políticas harán calentar aún más el planeta


La Revista, The Economist, en su edición impresa de jueves 15 de Octubre de 2009, hizo un artículo especial haciendo referencia al cambio climático como consecuencia de las malas políticas que hasta el momento se han empleado para tratar de resolver este problema.
Actualmente el mundo está centrando su atención en las negociaciones internacionales aunque esto no es en una última instancia lo que determinará si el planeta. Los acuerdos internacionales son útiles en la medida en que favorecen a determinado países para que ellos mismos puedan controlar sus propias emisiones.
Ahora lo más importante para tratar de controlar el cambio climático son las políticas nacionales que cada uno de los países debe desarrollar y el éxito de los gobiernos con la implantación de dichas políticas.
Algunos países han logrado reducir su emisión de gases, así como lo ha hecho Gran Bretaña que sus emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido en un 15% y es gracias a la política que implementaron denominada “la carrera por el gas”.
Actualmente hay tres políticas para ayudar a reducir las emisiones de carbono como: fijación de los precios del carbono, regular y fomentar el uso eficiente de la energía y crear subsidios para la energía renovable.
Ningunos de éstos están teniendo mucho efecto en Gran Bretaña. El precio del carbón, es demasiado bajo ya que las economías han estado en recesión y también porque los gobiernos han resistido las tentativas de la Comisión de las Comunidades Europeas de imponer límites más apretados de las emisiones.
Las tentativas de animar energía renovable han tenido tan poco efecto que su contribución a la fuente de la electricidad de Gran Bretaña aumentó a partir de la 1% de 1995 a solamente 1.3% de 2005. Entre países de la Unión Europea, solamente Luxemburgo y Malta estuvieron peor ese período.
¿Cómo consolidar la política? La mejor idea es subir el precio del carbón. Eso es duro dentro de un ETS controlado por la Comisión de las Comunidades Europeas: lo que Gran Bretaña puede hacer es discutir contra los países (Italia y la mayor parte de Europa del este) que desean emisiones más bajas. Pero Gran Bretaña podría introducir un impuesto del carbón como Francia lo ha hecho.
Otra idea es que el gobierno revise y diga a los cabeza de familia cómo cortar sus emisiones y sus cuentas. Los edificios pierden una cantidad enorme de energía, y puesto que el mercado hace un mal trabajo de hacerlos más eficientes, una cierta intervención del gobierno puede ser necesaria. La única idea realmente mala del comité es subsidiar las tarifas altas.

2 comentarios:

  1. pasamos por aqui desde Brasil. saludos.

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  2. Creo que han hecho un buen trabajo, creo que les falta manejar mejor las herramientas multimediales y las fuentes, aunque de éstas hagan referencia. Nota: 35

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